Dios es el único Ser verdaderamente trascendente.
Trascender significa “existir arriba, más allá e independiente de; elevarse, superar, triunfar". Dios es el único Ser verdaderamente trascendente. El “SEÑOR Dios Todopoderoso” creó todas las cosas en la tierra, debajo de la tierra y arriba en los cielos, pero Él existe arriba e independiente de ellos. Todas las cosas son sostenidas por Su gran poder (Hebreos 1:3), sin embargo, Él es sostenido solo por Él mismo. El universo entero existe en Él y para Él para que Él pueda recibir gloria, honor y alabanza.

Dios es espíritu, no tiene cuerpo físico. Esto significa que puede ser omnipresente y no está limitado por la ubicación física.
Como espíritu, Dios es invisible a nuestros ojos humanos naturales (Colosenses 1:15; 1 Timoteo 1:17), pero, no obstante, es un ser vivo, activo en nuestras vidas y en la tierra (Josué 3:10; Salmo 84:2). Como espíritu, Dios es infinito, ilimitado por cualquier dimensión de tiempo o espacio. Él mismo no fue creado, pero Él es el que existe por sí mismo y el poder que creó a todos los demás seres y al universo entero.

Dios como un ser eterno nunca llegó a existir y nunca dejará de existir.
Tiene poder sobre todas las cosas porque es eterno. Dios es el comienzo de todo, (Génesis 1:1) y esto también significa que antes de que Dios hiciera los cielos y la tierra, él ya existía. El dominio de Dios hacia todo, vivo y no vivo, o espiritual, es para siempre. No se detiene Si comprendemos plenamente que Dios es eterno y está más allá del tiempo, podemos sondear su grandeza y estar seguros de que puede hacer cualquier cosa, incluso emitir un juicio a tiempo.

La inmutabilidad de Dios es un atributo que “Dios es inmutable en su carácter, voluntad y promesas de pacto.
La inmutabilidad de Dios (su cualidad de no cambiar) se enseña claramente a lo largo de las Escrituras (Malaquías 3:6). La inmutabilidad de Dios es el principio de que Dios no cambia. Es el mismo hoy que siempre. La naturaleza de Dios no cambia, ni su carácter ni sus atributos. Debido a que Dios es perfecto, no puede ser mejorado ni convertirse en un ser más santo. No hay necesidad de que Él cambie.

Dios es un Ser Trino.
Las Escrituras declaran que Dios es tres en el sentido de que a cada Persona, a saber, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, se le atribuyen atributos y obras divinos. Cada Persona es eterna, igualmente divina y distinta de las otras dos Personas divinas.