Los principios de la ética cristiana son normas que los creyentes (seguidores de Jesucristo) deben seguir y cumplir. Nuestra ética debe emular la de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.
Hagamos lo que hagamos, nuestros motivos deben ser puros, justos y hechos en el nombre de Jesús.
"Y todo lo que hagan o digan, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él."
Colosenses 3:17
Nuestras acciones no deben ser egoístas, sino que deben actuar por amor. (sé altruista).
"En fin, vivan todos ustedes en armonía, unidos en un mismo sentir y amándose como hermanos. Sean bondadosos y humildes."
1 Pedro 3:8
También vea 1 Corintios 10:24
Nuestras acciones deben realizarse con fe. El cristiano debe creer en Dios y en su revelación para toda la humanidad.
"Pero no es posible agradar a Dios sin tener fe, porque para acercarse a Dios, uno tiene que creer que existe y que recompensa a los que lo buscan."
Hebreos 11:6
Debemos buscar la justicia/santidad, en Cristo, siempre.
"Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas."
Mateo 6:33
Los creyentes deben ser valientes y confiar en el Señor para que los lleve a cabo.
"Lo único que te pido es que tengas mucho valor y firmeza, y que cumplas toda la ley que mi siervo Moisés te dio. Cúmplela al pie de la letra para que te vaya bien en todo lo que hagas."
Josué 1:7
Lo más importante que debe recordar mientras vive, trabaja y sirve en sus comunidades es que sus acciones (cada decisión y elección que haga) determinarán su nivel de compromiso y relación con el Señor. La ética de un creyente debe centrarse en las enseñanzas del Señor Jesucristo y en toda la Palabra de Dios. Al hacerlo, el Señor, a través de Su Espíritu Santo, le dará las herramientas, los dones, las habilidades, la sabiduría e incluso las experiencias de vida necesarias para manejar cada situación de manera apropiada.